viernes, 30 de noviembre de 2007

Evolución de los AnFiBiOs

EVOLUCIÓN

Los crosopterigios ( grupo de peces que evolucionaron a los anfibios) se encontraban adaptados para convertirse en una de las formas primitivas de vida terrestre, ya que poseían pulmones funcionales y dos pares de aletas musculares reforzadas por huesos, que podían utilizar para mover su cuerpo y aguantar su propio peso sin depender de la flotabilidad del agua.

Hoy en día no se conoce la razón exacta de porque estos organismos decidieron abandonar el agua y convertirse en los colonizadores de la tierra. Pero a partir de dos hipótesis podemos deducir sus razones para hacerlo.

Una de ellas fue formulada por Romer y es considerada la hipótesis clásica. Sugiere que cuando sus hábitat se secaron, algo muy común durante el Devónico, algunas variedades del crosopterigio ya se encontraban preadaptadas para sobrevivir sobre la tierra, por cortos periodos de tiempo, y comenzar la búsqueda de nuevos estanques. También decía que algunos habrían desarrollado la capacidad de permanecer fuera del agua durante una importante parte de su vida.

La otra hipótesis fue formulada por Mcfarnald, en la cual sugirió que los crosopterigios huyeron hacia la tierra escapando de los depredadores y de la competencia, ya sea por alimento, espacio o lugar de cría.

De una forma u otra, la transición de estos animales significó un hito importante para la vida terrestre. A partir de aquí la selección se encargó de generar la evolución de estas criaturas.

Anfibios Primitivos


Los paleontólogos concuerdan en que estos peces se encontraban emparentados con los ripidistios, y estos a su vez presentaban características en comunes con los primeros anfibios que aparecen en el registro fósil: los ictiostégidos.


A continuación se desarrollan las características en común.
Distribución en los huesos dérmicos de los cráneos es bastante similar.
Existe una homología presente en las aletas y anillos óseos, poseían huesos que las sostenían.
Estructura de los dientes de ambos grupos es similar. Poseen una cavidad pulpal de pliegues laberínticos.
El sistema sensorial de la línea lateral de los ripidistios es homologo a un patrón similar de canales sensoriales contenidos en el cráneo de los ictiostégidos.
Los ictiostégidos poseían una cola caudal con una aleta con radios que derivaron de una estructura parecida de peces.


La estructura de las vértebras de los ictiostégidos había sufrido pocos cambios respecto de la estructura de los ripidistios.
Los antiguos anfibios lograron desarrollar con éxito soluciones para algunos de sus problemas mecánicos como: la necesidad de evitar la compresión de los órganos internos debido a la presión transmitida por las extremidades anteriores, y también impedir el impacto de la locomoción terrestre se trasmitiera a la caja craneal, dado que sus aletas pectorales estaban conectadas al cráneo.


La solución fue la creación de un “puente colgante” en el cual se unió al eje central la cintura pélvica y los anillos de sostén de los pectorales. Las consecuencias fueron:
Se absorbía el impacto del desplazamiento terrestre. Se liberaba los órganos internos de la presión.


Permitía que la cabeza girara y se alzara independientemente del cuerpo.
La selección favoreció una mayor rigidez esquelética, permitiendo un reforzamiento de los elementos vertebrales y aumentando el contacto entre vertebrales adyacentes.


Anfibios Laberintodontos

Las vértebras de los ripidistios estaban compuestas por un arco neural, un intercentro y cartílagos adyacentes. Al evolucionar el intercentro y el pleurocentro se conservaron pero aumentaron su grado de osificación en los anfibios temnospóndilos, de los cuales se distinguieron sus características como el tamaño y la posición de los huesos planos del cráneo; vivieron desde el Carbonífero hasta el Triásico y produjeron una diversidad de formas.


Los estereospóndilos, que evolucionaron de los temnospóndilos, poseían un intercentro que se había transformado en el principal elemento vertebral central.


A diferencia de los temnospóndilos, en los antracosaurios la estructura de las vértebras evolucionó en dirección opuesta: el pleurocentro tuvo un aumento progresivo de tamaño. Estos animales vivieron en el Carbonífero temprano y se extinguieron en el Pérmico.


Algunos antrocosauros importantes:
Seymouria animal terrestre de patas vigorosas. Considerado reptil hasta que se descubrieron larvas anfibias con branquias en algún miembro de su grupo.
Diadectes fue probablemente uno de los primeros tetrápodos herbívoros.



Anfibios Lepospóndilos

Se caracterizan por poseer vértebras muy parecidas a la de los anfibios modernos, en las que una única bovina ósea cilíndrica rodea a la notocorda.


En el orden de los microsaurios, poseían proporciones corporales variables y estructuras vertebrales paralelas a las de los antracosaurios.


Existía una hipótesis que hablaba sobre la posible existencia de un antecesor de los reptiles en este grupo. Pero Carroll y otros expertos desplazaron esta hipótesis.


Los aistópodos carecían de extremidades y tenían el aspecto de una serpiente, aunque algunos ejemplares poseían extremidades muy pequeñas.


Los nectridios tenía proyecciones peculiares en forma de cuernos derivados de los huesos posteriores.


Los vacíos importantes del registro fósil muestran que muchas de las formas de transición entre estos grupos de anfibios no han sido descubiertas. Tampoco se han encontrado fósiles que llenen el hueco existente entre el primer anfibio y sus antecesores de aletas lobuladas.


Anfibios Modernos

Tiene en su ciclo de vida dos etapas, una en el agua y la otra en la tierra. Los anfibios respiran esencialmente por la piel (aunque algunos también poseen pulmones). Dado que el agua se evapora rápidamente a través de su piel, estos animales pueden morir por desecación en un ambiente seco. Por esto algunos sapos presentan una adaptación que les permite vivir en el desierto, ya que son capaces de sobrevivir largos periodos secos enterrándose muy debajo de la superficie de la tierra, aprovechando la humedad de la misma.

Aún se desconoce el origen de esto, pero se los clasifica dentro de la subclase Lissamphibia, y se los separa en tres órdenes:
- Ápodos: sin patas, cecílidos con apariencia de gusanos
- Anuros: ranas y sapos (carecen de cola cuando son adultos)
- Urodelos: tritones y salamandras (tienen cola durante todo su ciclo vital)
Dentro de las características de los lissamphibia, que los diferencia de los temnospóndilos, se encuentran:
- Piel permeable glandular que permite un intercambio hídrico y gaseoso considerable.
- Sus cráneos y esqueletos presentan una reducción del contenido en hueso.
- Poseen dientes pedicelados que son únicos entre los anfibios. En estos dientes existe una zona de tejido fibroso que separa la base de la corona.
- En comparación con los temnospóndilos, las manos de los anuros y urodelos poseen cuatro dedos en lugar de cinco.
- Los anuros y urodelos poseen dos huesecillos auditivos en lugar de uno: el estribo y el opérculo.
- Estos animales se encuentran tan diferenciados de los anfibios primitivos que no es fácil detectar su linaje.
- Según Carroll las ranas podrían haberse originado a partir de un grupo temnospóndilo, mientras que los urodelos y los cecpilidos podrían haber surgido de forma independiente en grupos distintos de microsaurios lepospóndilos.
- Schmalhausen propuso que los anfibios evolucionaron es estanques y charcas montañosas. Las adaptaciones especiales para el salto que desarrollaron los anuros les permitió escapar de los depredadores, y significo una característica ventajosa que les permitió regresar a los trópicos.

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